con sabor de mazapán
de turrón, de mieles
y de paz….
Vamos a celebrar
la familia en el hogar
nuestra Nochebuena una vez más…
con nueces , peladillas
y un poquito de champagne
cantando una canción
que diga con mucha humildad
que aquí todos los niños
payasos piden a la humanidad
que reine la PAZ...
Es curioso, que hayan pasado tantos años y que todos los 24 de diciembre me despierte con esta cancioncita zumbando en mi cabeza, ¿será el espíritu navideño? ¿o un duendecillo que se encarga de hacer sonar la alarma de Navidad? Sea como sea, la Navidad ya está aquí y aunque uno ya haya perdido la inocencia y tenga sentimientos contradictorios de tristeza y felicidad es un buen momento para disfrutar de toda la magia que nos ofrece la Navidad y sentirnos orgullosos del “testigo” que nos han pasado nuestros antepasados: padres, abuelos…
Hoy más que nunca no estamos solos porque vivimos con nuestros recuerdos: el recuerdo de ese jersey de lana que con tanto cariño nos tejió la abuela, la foto de aquel amigo inolvidable de la infancia, el recuerdo de los familiares que ya no están… Abracemos fuertemente esos recuerdos y demos un besito a esa ausencia que gracias a los recuerdos, es menos ausencia.
¡Feliz Navidad a tod@s! ¡Qué todas vuestras noches sean noches de Paz y Amor!
Y recordad: Mejor que todos los regalos debajo del árbol de Navidad es la presencia de una familia feliz.
¡Qué seáis muy muy felices!
Nos vemos/leemos el año que viene…



































El siguiente paso es limpiar las aceitunas de restos de rabos y hojas. Mediante un sistema tipo "molino" las aceitunas se cogen de la tolva poco a poco y automáticamente se les despoja de esos restos. Como la máquina no es capaz de limpiarlas al 100% se hace también manualmente. Las aceitunas pasan por una cinta transportadora en la que está el personal controlando que no pase ninguno de los restos anteriormente citados














