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miércoles, 24 de diciembre de 2008

Y por fin: ¡la Navidad!


Llega la Navidad
con sabor de mazapán
de turrón, de mieles
y de paz….
Vamos a celebrar
la familia en el hogar
nuestra Nochebuena una vez más…
con nueces , peladillas
y un poquito de champagne
cantando una canción
que diga con mucha humildad
que aquí todos los niños
payasos piden a la humanidad
que reine la PAZ...

Es curioso, que hayan pasado tantos años y que todos los 24 de diciembre me despierte con esta cancioncita zumbando en mi cabeza, ¿será el espíritu navideño? ¿o un duendecillo que se encarga de hacer sonar la alarma de Navidad? Sea como sea, la Navidad ya está aquí y aunque uno ya haya perdido la inocencia y tenga sentimientos contradictorios de tristeza y felicidad es un buen momento para disfrutar de toda la magia que nos ofrece la Navidad y sentirnos orgullosos del “testigo” que nos han pasado nuestros antepasados: padres, abuelos…

Hoy más que nunca no estamos solos porque vivimos con nuestros recuerdos: el recuerdo de ese jersey de lana que con tanto cariño nos tejió la abuela, la foto de aquel amigo inolvidable de la infancia, el recuerdo de los familiares que ya no están… Abracemos fuertemente esos recuerdos y demos un besito a esa ausencia que gracias a los recuerdos, es menos ausencia.

¡Feliz Navidad a tod@s! ¡Qué todas vuestras noches sean noches de Paz y Amor!

Y recordad: Mejor que todos los regalos debajo del árbol de Navidad es la presencia de una familia feliz.

¡Qué seáis muy muy felices!
Nos vemos/leemos el año que viene…

jueves, 18 de diciembre de 2008

Tarde casera

Normalmente los jueves por la tarde estoy en el “tajo”, pero hoy, me han dado la tarde libre, por eso de hacer las compras navideñas. Así que como mis compras ya están hechas, invité al espíritu navideño a entrar en mi casa y así lo ha hecho. Ha sido una tarde intensa de adornos navideños, belenes, árbol, etc….

Los niños se lo pasaron en grande colocando todo, y Laura sobre todo, no hacía más que tocar palmitas cada vez que sacaba las cosas de la caja. Lo que más le gustó fueron unas manzanas doradas que tengo a modo de bolas para el árbol. No pudo resistir la tentación de ir catándolas con sus dientes, una a una, antes de dármelas… No sé pero tengo el presentimiento de que las manzanitas, en cuestión, desaparecerán poco a poco del árbol. Al final de las navidades haré recuento.

Y después, como ya viene siendo una tradición en los últimos años, en esta casa, me encerré en la cocina y preparé un riquísimo pan de jamón. El pan de jamón es un plato típico navideño de Venezuela. La primera vez que lo probé fue en casa de mi amiga Elena, quien me enseñó también la forma de hacerlo. El pan de jamón no es más que un pan hecho con harina, huevos, mantequilla, azúcar, leche y levadura, y relleno con jamón serrano o jamón cocido, beicon, aceitunas y pasas.

Os he dejado un trocito para que lo probéis….espero que os guste.


lunes, 15 de diciembre de 2008

Un día de "mierda"

Mierda en mis zapatos.

Mierda en los zapatos de Adri.

Mierda en los pantalones de Adri.

Mierda en las ruedas de la silla de Laura.

Harta estoy de ir encorvada por las calles de mi ciudad e ir sorteando “tesoros” que algún puerco que dice ser “amante de los animales” (¡¡mentira cochina!!) va dejando por aceras, parques, puertas de colegio, pasos cebra… la ciudad está minada y ninguna autoridad competente es capaz de solucionar este tremendísimo problema.

Harta estoy de ir paseando con mis hijos sin que parezca que estoy al frente de una tropa de soldados: ¡izquierda! ¡salta! ¡derecha! ¡alto! ¡mieeeerdaaaa!

He estado una hora y pico dándole al cepillo para quitar todos los restos de pastelito de los zapatos, ropa, silla… así que sin más, dejaré el cepillo al lado del árbol de Navidad para que Papá Noel se lo lleve y te lo deje a ti (perro amo), como cepillo de dientes.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Mi pequeño “Chicho Terremoto”

Y con este adjetivo sólo me puedo referir a la peque de la casa: Laura. Y yo que pensé que con Adri ya había superado mi dosis de paciencia y de aguante, y que no había nada ni nadie en este mundo más movido que él. Pero nooooo, ahora tenemos a Laura, pura energía alcalinizada.
Porque Laurita tardó en llegar pero al final aterrizó y de qué manera!!. Cuando ya lo teníamos todo por perdido, con un aborto de por medio, muchos análisis, muchos tratamientos, muchas ilusiones y desilusiones y ya con un informe nada favorable, apareció ella, por sorpresa. Y digo, sorpresa, porque ya había regalado/dejado todo lo de Adri: ropa, cuna, silla, y resto de periféricos de un proyecto “bebé”, cuando de repente empecé a notar algo extraño dentro de mí, que me hacía tener doble de sueño y doble de hambre. Y eso extraño, no era otra cosa, que la vida, en su más pura esencia.
Y ahora después de dos años y medio de que pasara todo aquello tenemos una personita correteando por toda la casa durante el día, y quitándonos el sueño durante la noche. Y esa personita es Laurita, la “nena” como se gusta llamar ella. Nosotros la conocemos como el huracán “Laura” porque por donde pasa arrasa, y si no que se lo digan a mi juego de café para 6 que adornaba la estantería de mi cocina, del cual sólo nos quedan 2 tazas y 4 platos.
Por lo demás, puedo decir, que es una niña difícil de ver, porque se mueve a la velocidad de la luz, y si antes estaba arriba, ahora está abajo, y si antes estaba dentro ahora está fuera. ¡Increíble! Pestañeas y ya no está, vuelves a pestañear y ya aparece. Le gusta mucho jugar al escondite pero la verdad es que no es nada habilidosa, porque sólo esconde la cabeza.
Después es una artista, sólo hay que ver cómo ha dejado la pared de su habitación armada únicamente con un lápiz de su hermano. ¡Menuda obra de arte!
Es ecologista, lo que no vale, a la basura y si hay algo que ella pueda aprovechar de la basura, lo rescata y listo. Le encanta sobre todo rescatar los botes de yogur de su hermano, para aprovechar la última gotita que queda en él.
Investigar es su pasión. Le encanta saber para qué sirve todo lo que está en los cajones, las gafas de papá, los juguetes de Adri, los botones de la tele, los zapatos de tacones y la escobilla del wáter. Amante del riesgo: escalada de altura, enchufes, puertas son su debilidad. Sabemos que tiene todo un ejército de angelotes velando por ella y estamos tranquilos.
No hay velcro, cremallera, cordones o botones que se le resistan. Recordemos que cuanto menos peso lleve encima a más velocidad puede correr. Sobre todo, le encanta andar descalza, luego vienen las temporadas de moquito va, moquito viene.
Odia cortarse las uñas y el pelo. Es un verdadero trauma para ella y para quien osa hacerlo, o sea la que aquí escribe.
Le encanta el zumo de naranja, se bebería litros y litros. Se levanta y la primera palabra es “ssssumo”. El mejor regalo para ella: una mandarina. Sabe pelarlas, desprender los gajitos y quitarle los hilitos, lo hace con suma perfección.
Amante de los idiomas. Habla japonés y chino mandarín con desparpajo. Hacerse la sueca también se le da bastante bien y ahora mismo está con el español, que a este ritmo en unos cuantos meses ya lo tiene dominado.
Le encanta canturrear en la bañera, a pleno pulmón. Siempre acompaña el canto con un “leve” chapoteo en el agua, manos y pies a la par hacen llegar el agua a niveles insospechados. Mi cara de horror hace contraste con su sonrisa de oreja de a oreja. Será…

Y podría seguir, pero ya no quiero aburrir. Cuando queráis os dejo a mi “Chicho Terremoto” que en el fondo, no es más que un solete.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

El Rey Baltasar

Ayer por la noche, leyendo uno de los blogs que sigo habitualmente me encontré con una carta a los Reyes solicitando un humilde broche. Y claro, una carta así no merecía otra cosa que ser contestada por los Reyes Magos en persona. Así que rauda y veloz como un rayo, me dispuse a contestar haciéndome pasar por el Rey Baltasar, que dicho sea de paso ha sido mi favorito desde que yo era pequeña como un tapón de lavabo. Espero que la autora me perdone, por hacerme pasar por tan ilustre personaje, pero lo hice con toda la ilusión de darle una grata sorpresa. Los que me conocen ya saben que ando siempre argallando…

Y sí, como os iba diciendo, el Rey Baltasar ha sido siempre mi rey preferido. Volviendo a mi infancia aún recuerdo aquel día, en que también a mí, el rey Baltasar me dejó una carta junto con aquella caja de pinturas acuarelables “Caran D´Ache”. Han pasado muchos muchos años, 34 exactamente, y aún conservo la cajita metálica con sus 30 colores casi intactos. La carta no la conservo pero aún guardo en mi memoria lo que mi tío me leyó aquella noche: “Querida Mariña (así es como me llaman en casa): soy Baltasar, el rey más pobre de todos los reyes y por eso solo pude traerte esta preciosa caja de colores para que pintes con tus dedos lo que veas con tus ojos. Guárdala como un tesoro. Tu rey que te quiere y te desea una Feliz Navidad, Baltasar.”



Y ahí está la cajita, guardada como un tesoro, y en ella también guardo yo todas mis ilusiones de la niña que aún sigo siendo.

Este año, quizás a Adrián también le llegue de su amigo el Rey Baltasar una caja como esta, eso si la encuentro porque he mirado en varios sitios y naranjas de la china...

Feliz Navidad a todos.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Vacaciones, vacaciones, es mejor trabajar...

Lo que iban a ser unos tranquilos días de vacaciones se convirtieron en unos estresantes días de vacaciones. El jueves me entregué por entero a los centros comerciales, a las compras. Odio las compras, pero las odio especialmente en estas fechas. Y me llevé una sorpresa, porque dicen que hay crisis, y yo no sé donde está la crisis, porque la gente sigue comprando al mismo ritmo.
Así que un año más, me dispuse a echarle una mano a los Reyes y a Papá Noel, con la lista de juguetes que han preparado los peques del segundo C (para el año que se arreglen como puedan que yo, no vuelvo a colaborar, que quede claro!). Y para seis cosas que han pedido, dos estaban agotadas en casi todos los hipers, para luego encontrármelas más baratas y más cerca, en la juguetería del barrio. ¡Qué cabreo!…. Eso sí, el calor (y el olor) humano que hay en esos centros comerciales no lo encuentras en la juguetería de barrio.
Y el viernes me tocó zafarrancho de limpieza: aire de aspiradora, aire de fregona, aire de mopa, aire de plancha,…. Quedó todo como los chorros del oro. Odio las tareas domésticas, si me quedo con algo me quedo con la plancha y fregar los platos. Pero odio profundamente pasar la aspiradora y fregar los baños.
El sábado dedicamos el tiempo a los peques, nos dejamos llevar… y acabábamos a las 11 de la noche en la pizzería de Miño. Para Laura fue su primera pizza, sólo se comió el jamón y el queso, la masa no le pareció del todo interesante…
Y el domingo y hoy día de matanza en la aldea. Y tengo que decir que a pesar de estar en contra del maltrato de los animales, disfruto de la matanza. Desde muy pequeña, lo viví como algo natural, como un proceso necesario para poder comer carne de cerdo. Antiguamente en casa de mis abuelos se mataban cuatro o cinco cerdos por estas fechas, de los cuales disfrutábamos todo el año. Mi abuela los miraba siempre con lástima, antes de que llegara el matarife y nunca jamás quería estar presente en el sacrificio. Era yo la que me escapaba y miraba a través del agujero de la puerta. Y del cerdo se aprovechaba todo: el tocino, el jamón, el lacón, la cabeza, el rabo, …

Pero os tengo que confesar que si de algo disfruto comiendo, son las tripas cocidas con patatas al pimentón. Mi marido y mi hijo morirían antes de hacerlo, pero eso no me preocupa, porque así me toca mayor ración. La preparación es sencilla aunque un poco nauseabunda. Se cuecen durante un buen rato, nosotros las cocemos con medio limón, se acompañan con unas buenas patatas cocidas y un poco de pimentón picante (como el pulpo). ¡Un auténtico manjar sólo para valientes!

martes, 2 de diciembre de 2008

Rozío: una mamá muy especial con una niña muy especial

Hoy me gustaría hablar de una persona muy especial, de Rozío, nuestra vecina del cuarto A. Hoy he entrado en su casa y me ha recibido con un cuento muy emotivo, que os aconsejo leáis.

Rozío es madre, como tú o como yo, pero sin duda está hecha de una pasta única, madurada y mejorada con el tiempo, y sobre todo, por las circunstancias que le han tocado vivir. Ella, a diferencia de todos nosotros, ha tenido la suerte de tocarle como hija, a esa personita también tan especial que es Inés.

Muchos dirán que Inés no es capaz de esto o de lo otro, pero realmente Inés ES CAPAZ de que su mamá se haya convertido en su pediatra, en su enfermera, en su profesora… y todo ello sin dejar de ser su mamá. Ha sido capaz de darle momentos de felicidad completa con sus pequeños avances, que otras madres no seríamos capaces de apreciar. Ha sido capaz de borrar todas las preocupaciones del rostro de su madre con una leve sonrisa. Ha sido capaz de convertir las 24 horas de un día en 48. Ha sido capaz de mover el mundo solo por meterse el chupete en la boca. Ha sido capaz de ponerle un filtro rosa a los ojos de su mamá. Ha sido capaz de convertir la lluvia en un bonito arco iris. Y sobre todo ha sido capaz de convertir a su madre en una persona valiente, capaz de enfrentarse a todos y a todo, con una capacidad de superación increíble. Totalmente envidiable.

Quiero acabar también con un pequeño fragmento de un cuento sobre un príncipe especial, enamorado de una princesa encerrada en un castillo y rodeado de dragones.

A veces la vida es como un cuento y a veces el cuento es como la vida.

...
¿Como has llegado hasta aquí? - le pregunta su princesa - El camino es largo y difícil y peligroso. Otros guerreros más fuertes y grandes que tú lo intentaron sin lograrlo.
El principito meditó un largo rato ¿cómo?¿cómo había conseguido llegar tan lejos si también él sabía que no era en verdad, ni gran caballero, ni héroe maravilloso sino un principito vulgar?
Pensó y pensó y, al final, respondió lo que le pareció verdad
.. No he llegado solo. Mis padres, el rey y la reina de un reino pequeño y humilde me dieron aliento para emprender el viaje. Y tengo tres hadas amigas, a cual más generosa y lista, que me aseguraron que todos, todos, todos, podemos hacer lo que nos propongamos si tenemos verdadera voluntad de conseguirlo. Ellas me han ayudado a superar los momentos difíciles. Mi voluntad y firmeza lograron superar todos los obstáculos y ahora estoy aquí, príncipe de un reino insignificante, solicitando tu amor.