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martes, 10 de marzo de 2009

Buscando, encontré.

Ayer he revuelto media casa en busca de los vaqueros de Adri cuando tenía la misma edad que tiene Laura ahora y me he encontrado con un pequeño diario de cuando tenía 15 años.

Me he pasado un rato divertido leyendo este pequeño pre-blog (por llamarlo de alguna manera). Y yo que presumía de no haber tenido “edad del pavo”…

En cuanto llegó Adri por la puerta, el pequeño diario voló por encima del armario y volvió a caer dentro de la caja con las demás cosas. Tengo que conservar mi talante de persona seria y responsable, así que algún día tendré que hacerlo desaparecer definitivamente, o no, ya que más da…

Y dentro de la caja, misteriosamente, también aparecieron unas fotos de cuando yo era pequeña y vivía con mis abuelos y mis tíos en la aldea. Puedo presumir de haber tenido la mejor infancia del mundo, a pesar de no estar con mis padres y de no disponer de casi nada… Creo que Laura y Adrián, a pesar de tener lo inimaginable y más nunca serán tan felices como yo. ¡Qué penita!

Esta es, sin duda, mi foto favorita, en brazos de mi abuelo. Se pasaba horas y horas leyendo el Quijote. Libro antiquísimo que aún conservo y que jamás pude leer entero.

6 comentarios:

MARIETA dijo...

Hola, salté desde Titajú.... Me gusta también buscar y encontrar... Lo mío (y por qué no si todos somos un poco cotillas??)
lo de los demás.
Lo que más me gusta es fijarme en aquéllo que fue tan importante y que ahora me parece una chorrada y sobre todo en lo que fue importante y sigue siéndolo.... Qué suerte conservar el Quijote del abuelo!!
Saludiños. Volveré.

Virtu dijo...

Bienvenida Marieta!!! Ven cuando quieras.
El Quijote de mi abuelo lo guardo como "oro en paño", a pesar de que le falta algún capítulo (la censura de la época).

Nos leemos. BXXX.

Titajú dijo...

Yo lo leí tres veces.
La primera, en tercero de BUP, obligada. Un rollo.
La segunda, en Filología, otro rollo.
La tercera, por gusto. Insufrible. Pero tengo una preciosa impresión regalo de mis padres, que puede que algún día menopáusico le coja el tranganillo.
Nunca se sabe.
Y creo que todas nuestras infancias fueron impresionantes. Y con menos de la cuarta parte de cacharrada de la que tienen estos monos de hoy en día.

Virtu dijo...

TRES veces??? De verdad?
Y yo mira que lo intenté pero nada...

Nuestros niños de hoy en día viven rodeados de tantos objetos, que a veces pienso que son como los bonsais, muy bonitos, pero con la imaginación recortada. ¿quién se aburría en nuestra época?

PMM dijo...

Me encantan esa fotos, entre otras cosas porque yo tuve una bata casi igual a la tuya. No nos aburríamos, porque a falta de artilugios le dábamos mucho a la imaginación, y ese es el mejor juguete.
Gracias por venir a visitarme, las puertas siempre están abiertas y no hace falta llamar.

Virtu dijo...

Bienvenida Pili y lo mismo te digo, considérate como en tu "casa".
Esta bata tiene su historia también. La estrené en mi primer contacto con la ciudad. Tengo que decir que no me gustó nada nada la ciudad, yo era ratón de campo. ;-)
(bueno, puede ser que también contara que vine por primera vez a la ciudad para operarme (mi primera y unica operación, cruzo los dedos) de una hernia).
Lo que sí me encantó era ese telefono de rueda que tenía mi abuela materna en su piso, me pasaba todo el día dándole vueltas.