Este fin de semana ha sido una auténtica locura. Estuvimos celebrando el primer cumple de la princesita de la casa, Laura. Este año decidimos hacerlo en casa y como ella, de momento, no tiene amigos propios a los que invitar, mamá y papá se han tomado la libertad de invitar a buena parte de los suyos con sus respectivos peques.
Aprovechando el buen tiempo, nos fuimos con nuestros bártulos a Sobrado, a casa de mis (santos) padres y allí hicimos buena cuenta de los embutidos que trajimos de Hervás y de un rico churrasco para 30 personas.
El viernes por la tarde, al salir de currar ya me puse manos a la obra. Había que tener todo listo antes del domingo. Me fui a la carnicería (del barrio por supuesto) a encargar la carne y los chorizos. Después a la pastelería a encargar la supertarta. Ahí ya me llevé un chasco, me salía la tartita en 70 euros, así que me permití el lujo de pensármelo, no era para menos. Después fui un rato a la plaza con los niños y allí estaba Rosario (la más loca de la plazoleta) con sus ideas. Me sugirió la brillante idea (miles de gracias Rosarillo) de hacer la tarta en casa con galletas, flan y chocolate y decorarla con golosinas. Me quedó casi casi perfecta y buena debía estar porque hice dos y sólo quedó un trocito, hasta los niños comieron y ¡repitieron!.
El sábado por la mañana fue un poquito estresante, porque David estaba en el curso de cocina así que entre preparar los niños, hacer las bolsas, empaquetar todo, dejar la casa lista, ir a la carnicería a buscar la carne e ir a por Adrián Mato, el amigo de Adri, casi me da un jamacuco… A la 1 ya estaba en la aldea, y por fin, tuve un momento de respiro. Los niños estuvieron liados todo el día jugando con las gallinas (pobrecitas, esta semana seguro no ponen ni un huevo) . Más tarde llegó David y ya empezamos a preparar las tartas, cortar el fiambre, fregar el suelo, poner la mesa, inflar los globos, etc.. Con todo acabamos a las 11:30 de la noche y ya nos entregamos a los brazos de Morfeo de muy buena gana, todos, excepto los niños (los dos Adris) que seguían de risitas y charloteo en la cama. Tuve que levantarme un par de veces a poner orden y ¡por fin! se hizo el silencio, de un tirón hasta las 9 de la mañana, que ya empezaron las risitas y los ruidos ¡otra vez!….
Nos levantamos, preparamos desayunos y a la tarea, pelar patatas, lavar lechugas, cortar el fiambre que nos quedaba, poner platos, vasos, etc. A David lo destinamos al brasero a churrascarse con la carne. Laura se despertó a eso de las 10:30 y estaba toda flipada con los globos, con la mesa , … como diciendo: ¿Qué hacen estos locos?
A la 1 empezó a llegar la gente, los primeros Ángel y Vanesa (enhorabuena por ser los más puntuales) y sobre las 2:30 empezamos a comer. Después de comer y antes del café, el momento más importante de la fiesta, soplar la velita y abrir todos los regalos que han sido muchos y superchulos. Me ha dicho Laurita que le gustan todos y que la próxima fiesta ya se encarga ella de la comida con su "supercocina" y además que no va llegar tarde porque ya está motorizada. Lo que sí, va tener difícil lo de escoger traje porque todos son tan bonitos que no va saber por cual decidirse... (gracias por todo).
Y menos mal que pusimos platos y vasos de usar y tirar y nos ahorramos lo de fregar, porque si no, creo yo, que estaríamos hasta hoy fregando y limpiando.
Sobre las 7 de la tarde, cuando empezaron a marchar los invitados, acabó la fiesta, recogimos como pudimos y para Coruña, con los niños, que más que niños parecían saquitos de escombro, sobre todo Adrián, tuve que darle con el cepillo para sacarle toda la porquería que traía incrustada, se trajo media aldea (hasta un huevo de las kikas se trajo en el bolsillo).
A las 10 todos listos y en la cama, yo aun me quedé esperando que acabara la lavadora para tender la ropa. A las 12:30 mi cuerpo yacía en la cama, más muerto que vivo pero con la satisfacción de haber disfrutado de la compañía de todos vosotros, mis amigos. Volvería a repetirlo, sin lugar a dudas, cientos de veces.
Gracias a todos vosotros, por hacer el esfuerzo de venir a pasar esta tarde del domingo y celebrar con Laurita su primer cumpleaños.
Gracias a:
Antonia, Juan y Javier (mis tíos y mi primo de la Acea)
Belén y Eduardo, y sus peques Diego y Pablo
Elena y Jesús, y sus peques Adrián, Paula y Patricia
Irene y Carlos, y su peque Irene
Los abuelos de Laura
Los papás de Laura y su hermanito Adrián.
Mª Carmen y Jaime, y su peque Silvia
Marta y Juan (el padrino de Laurita)
Nuria y Fer, y su peque Noa
Patri y Noni, y su peque Dani (y un proyecto peque)
Vanesa y Ángel, y su peque Alba ( y un proyecto peque)
Virtudes y Alfonso (otros tíos míos que tienen una casita al lado)
Aprovechando el buen tiempo, nos fuimos con nuestros bártulos a Sobrado, a casa de mis (santos) padres y allí hicimos buena cuenta de los embutidos que trajimos de Hervás y de un rico churrasco para 30 personas.
El viernes por la tarde, al salir de currar ya me puse manos a la obra. Había que tener todo listo antes del domingo. Me fui a la carnicería (del barrio por supuesto) a encargar la carne y los chorizos. Después a la pastelería a encargar la supertarta. Ahí ya me llevé un chasco, me salía la tartita en 70 euros, así que me permití el lujo de pensármelo, no era para menos. Después fui un rato a la plaza con los niños y allí estaba Rosario (la más loca de la plazoleta) con sus ideas. Me sugirió la brillante idea (miles de gracias Rosarillo) de hacer la tarta en casa con galletas, flan y chocolate y decorarla con golosinas. Me quedó casi casi perfecta y buena debía estar porque hice dos y sólo quedó un trocito, hasta los niños comieron y ¡repitieron!.
El sábado por la mañana fue un poquito estresante, porque David estaba en el curso de cocina así que entre preparar los niños, hacer las bolsas, empaquetar todo, dejar la casa lista, ir a la carnicería a buscar la carne e ir a por Adrián Mato, el amigo de Adri, casi me da un jamacuco… A la 1 ya estaba en la aldea, y por fin, tuve un momento de respiro. Los niños estuvieron liados todo el día jugando con las gallinas (pobrecitas, esta semana seguro no ponen ni un huevo) . Más tarde llegó David y ya empezamos a preparar las tartas, cortar el fiambre, fregar el suelo, poner la mesa, inflar los globos, etc.. Con todo acabamos a las 11:30 de la noche y ya nos entregamos a los brazos de Morfeo de muy buena gana, todos, excepto los niños (los dos Adris) que seguían de risitas y charloteo en la cama. Tuve que levantarme un par de veces a poner orden y ¡por fin! se hizo el silencio, de un tirón hasta las 9 de la mañana, que ya empezaron las risitas y los ruidos ¡otra vez!….
Nos levantamos, preparamos desayunos y a la tarea, pelar patatas, lavar lechugas, cortar el fiambre que nos quedaba, poner platos, vasos, etc. A David lo destinamos al brasero a churrascarse con la carne. Laura se despertó a eso de las 10:30 y estaba toda flipada con los globos, con la mesa , … como diciendo: ¿Qué hacen estos locos?
A la 1 empezó a llegar la gente, los primeros Ángel y Vanesa (enhorabuena por ser los más puntuales) y sobre las 2:30 empezamos a comer. Después de comer y antes del café, el momento más importante de la fiesta, soplar la velita y abrir todos los regalos que han sido muchos y superchulos. Me ha dicho Laurita que le gustan todos y que la próxima fiesta ya se encarga ella de la comida con su "supercocina" y además que no va llegar tarde porque ya está motorizada. Lo que sí, va tener difícil lo de escoger traje porque todos son tan bonitos que no va saber por cual decidirse... (gracias por todo).
Y menos mal que pusimos platos y vasos de usar y tirar y nos ahorramos lo de fregar, porque si no, creo yo, que estaríamos hasta hoy fregando y limpiando.
Sobre las 7 de la tarde, cuando empezaron a marchar los invitados, acabó la fiesta, recogimos como pudimos y para Coruña, con los niños, que más que niños parecían saquitos de escombro, sobre todo Adrián, tuve que darle con el cepillo para sacarle toda la porquería que traía incrustada, se trajo media aldea (hasta un huevo de las kikas se trajo en el bolsillo).
A las 10 todos listos y en la cama, yo aun me quedé esperando que acabara la lavadora para tender la ropa. A las 12:30 mi cuerpo yacía en la cama, más muerto que vivo pero con la satisfacción de haber disfrutado de la compañía de todos vosotros, mis amigos. Volvería a repetirlo, sin lugar a dudas, cientos de veces.
Gracias a todos vosotros, por hacer el esfuerzo de venir a pasar esta tarde del domingo y celebrar con Laurita su primer cumpleaños.
Gracias a:
Antonia, Juan y Javier (mis tíos y mi primo de la Acea)
Belén y Eduardo, y sus peques Diego y Pablo
Elena y Jesús, y sus peques Adrián, Paula y Patricia
Irene y Carlos, y su peque Irene
Los abuelos de Laura
Los papás de Laura y su hermanito Adrián.
Mª Carmen y Jaime, y su peque Silvia
Marta y Juan (el padrino de Laurita)
Nuria y Fer, y su peque Noa
Patri y Noni, y su peque Dani (y un proyecto peque)
Vanesa y Ángel, y su peque Alba ( y un proyecto peque)
Virtudes y Alfonso (otros tíos míos que tienen una casita al lado)
2 comentarios:
Noraboa Virtu a tarta ten unha pinta que te cagas, tanto facer e facer pero ao cerebro pensante nin a proba, xa che val!d
Hai cousas que alimentan nada máis velas, velaí o teu caso....
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