Feeds RSS
Feeds RSS

martes, 23 de junio de 2009

Entrada número 100: Carta de Diego a su mamá


Y llegamos a la entrada número 100. Me ha llevado un poco más de tiempo de lo esperado pero hemos llegado. Ya sabéis que nos leeremos durante las próximas mil y las que vengan.

Quiero hacer de esta entrada un pequeño homenaje a Vanessa, mamá de Diego. Humildemente y con mucho cariño, espero que te guste.

“Mamita:

Te escribo para decirte que estoy bien, pleno, me saqué el disfraz de persona, ahora soy Luz, como un pequeño solecito. No necesito cuerpo para sentirte, veo desde mi corazón; ya no me hacen falta las palabras, ahora veo el inmenso amor que hay en ti y en todos los seres. Estoy fuera del tiempo, no mido si mi tiempo contigo fue corto o largo, para mí fue precioso, mi paso por la vida fue tal como debió ser, vine a aprender y a hacer aprender a los demás. Y tú Mamá ¿qué has aprendido después de todo esto? Cuando me fui todo te pareció oscuro, pero yo me encargué que mi amor fuera la Luz que iluminara tu corazón para siempre. Ahora vas a comenzar a ver que eres muy fuerte, pues tienes mucho que aportar allá en tu vida; hay almas que te aman y te necesitan, tú estás llena de amor para dar. El mejor regalo para mí es que no te escondas y “desperdicies” tu vida, llorando, lamentándote porque yo no estoy. Yo no quiero volver, estoy lleno de paz. Yo no necesito que te vistas de oscuro, ni que andes triste. Y si lo estás, es que sólo piensas en “tu pena” o “en tu dolor”, pues aquí donde estoy solo existe alegría y amor. Cada mañana piensa: “El mundo me necesita, voy a dar testimonio HOY del amor que siento por mi hijo, seré valiente y trataré de seguir adelante dando toda la Luz que pueda”.

Tu vida tiene un sentido, tu dolor enorme sé que se va a transformar lentamente en un verdadero milagro. La oruga no nació para ser oruga y quedarse llorando el dolor escondido en un capullo, la oruga se entrega al amor de cuerpo y alma. Sé que no existirá un día en que yo no te haga falta, que me recordarás a cada rato, que las fechas te van a costar. Pero yo te quiero VIVA ¡Respira, siente, conversa, entrega amor, ríete, vuelve a ser niña! Que mi partida no te llene la vida y te transformes en una sombra de lo que fuiste cuando estábamos juntos. Tú estás en el Mundo, tienes una misión que cumplir y nunca lo olvides eres única e irrepetible.

Si tienes pena siéntela, pero cuando se te acaben las lágrimas y estés más tranquila escribe los pasos que te trazarás para salir adelante, así yo me quedo más tranquilo. Cerca de ti pondré personas que te puedan ayudar, pero manifiesta la intención “YO QUIERO RECUPERARME” y da pequeños pasitos siempre avanzando. Yo no quiero un círculo de muerte – pena – culpa – rabia, para ti, eso sería como vivir un infierno y yo TE QUIERO y mi amor significa que quiero que vuelvas a encontrar sentido, belleza, e incluso alegría en tu vida. Yo estuve en tu vientre, conozco todas tus intenciones, sentimientos, veo las emociones que expresas, las que guardas, todo lo veo y te veo a ti tan plena, como cuando estábamos juntos. Yo sigo junto a ti, soy energía pura, amor, estoy en una dimensión diferente, morí a un cuerpo pero existo, sé que me sientes aunque no me puedas ver. Ese lazo es eterno, estaré ahí cada vez que me recuerdes, siempre seré tu hijito.

Mamá: Prométeme que por el inmenso amor que tú sientes serás buena contigo y te darás una oportunidad. Yo necesito que saques lo positivo de todo esto, que le encuentres un sentido, que te permitas volver a ponerte en movimiento, hay mucha gente que te necesita, la VIDA te necesita.

No busques más respuestas, no le des más vueltas, descansa un poquito. ¿Por qué no hablar de mi vida en vez de mi muerte? ¿Por qué no entregarte y volver a confiar en el amor en vez de seguirte resistiendo a creer? Mira a mi hermano, él también se merece una oportunidad para amar, para vivir. A ti te duele esto, a él también y a millones de seres humanos les duele el alma, porque el dolor es la mejor escuela, la que cala más hondo y TRANSFORMA. De ti depende estar cada día más luminosa o querer simplemente “sobrevivir”.

No evadas este mensaje; todos los días, meses, años, avanza; no hagas que me sienta culpable por mi partida, yo no la busqué, era mi minuto, piensa en mí, estoy pleno, en la Tierra jamás podría haber experimentado algo semejante; piensa en ti y en todo ese amor gigantesco que diriges hacia mí. ¿Qué pasaría si cambias el foco y comienzas a compartir ese amor? Ilumina a los demás, llénalos de amor, abraza, besa, comparte y ríe tal como lo harías conmigo; sólo viviendo me traerás a tu vida como el ser pleno, alegre, radiante y lleno de paz que ahora soy.

Te mando todo mi amor para siempre.

Tu hijo, Diego”.