Lo dejó todo por venirse conmigo y el primer problema al que se tuvo que enfrentar fue al idioma. No, mi marido no es extranjero, simplemente extremeño. De España, como tú, como yo, como ellos.
Vino con la ilusión de encontrar un trabajo decente y empezar una nueva vida conmigo.
Su primer trabajo sólo le duró un día, al encargado le suponía un esfuerzo extra hablarle en castellano, no estaba acostumbrado y él no entendía nada de gallego. Por lo tanto, después de 6 meses buscando trabajo, la ilusión le duró un día.
Casualidades de la vida, a mi padre le había pasado lo mismo hacía casi 30 años. Su primer trabajo le duró también un día, sólo que él a diferencia de David, estaba en Londres. El encargado le trajo un plato de fruta, le explicó que debía prepararla para un cliente (en inglés) y mi padre que llevaba todo el día sin probar bocado, dejó que su estómago tradujese aquellas palabras y se zampó la fruta. Y contrato finalizado.
Pues bien, después de aquel despido tan injusto, David se tomó lo del gallego como un reto personal y le obsesionó tanto, que a veces lo pillaba delante de un espejo practicando: “arrixia, arrixia. Debe ser arrixia, si abajo es abaixo, arriba es arrixia”. Hoy en día, habla una especie de galastrapo, como le llamo yo.
Pero para anécdota, su historia de las “miñocas”. Un día llegó a casa todo apurado y con los ojos como platos y suelta: “Virtu, las miñocas qué son? ¿visones, no?” Pensé que me daba algo… y cuando realmente le expliqué lo que eran las miñocas, risa generalizada…. Su compañero de trabajo le dijo que tenía un amigo que disponía de una granja de miñocas, y que los animalitos en cuestión precisaban poca atención y daban mucho dinero, que era una buena inversión…. Igualito que los visones, no?
A partir de entonces siempre me imagino a las miñocas con abrigos de visón, ¡¡qué poco ecologistas estas miñocas!!
3 comentarios:
Mejor miñocas con visones, q los visones con miñocas..jejej
pobre David.. lo q tyvo que hacer para quedarse contigo..jeje ;-)
Seguro que le ha compensado!!!
Un abrigo de miñocas ¡¡¡¡¡¡qué ascooooooo me dan esos bichos!!!!!!!
Sólo pensar en tenerlos alrededor del cuerpo, me pongo mala.
A mi también me dan escalofrios todo bicho frio pegajoso y que se arrastre (las miñocas incluidas) pero los abrigos de visón tampoco me entusiasman.
Publicar un comentario