Hola, soy Adrián y jamás de los jamases he escrito nada en este blog al que mamá le dedica algún ratito de vez en cuando. Hoy ella se encuentra “busy”. Mamá se encuentra reflexionando...
Mañana es el día “D”, un día importantísimo. Mañana, mamá ( y papá) van a votar. Y votar es algo parecido a elegir el delegado de tu clase, cada uno escribe el nombre de su favorito (del colega más colega) en un papelito. El papel se dobla en mil pedazos para que nadie te copie. Después se cuentan y el que tenga más papelitos es el que será delegado. Votar es muy importante, yo creo que es como cuando vas al hiper y te guardas el ticket. Con ticket puedes protestar y sin él, ajo y agua.
Pues esto es lo mismo, sólo que en vez de elegir al delegado, eligen al futuro ocupante (el Presidente) de un sillón muy grandote y cómodo, y que nadie quiere abandonar. Después, como en clase, se reúnen con él para tratar “tareas” en un edificio con un nombre muy raro, llamado Parlamento. En ese edificio, en vez de habitaciones, salón, cocina… pues hay despachos, salas y algún que otro baño, o eso creo.
Antes de elegir al ocupante de dicho sillón o butacón hay que aguantar quince largos días de campaña electoral. La campaña electoral es muy aburrida. Durante esos días las calles están empapeladas con fotos de señores con corbatas, muy seriotes, muy repeinados….llamados políticos y que después se olvidan de despegar y tenemos que aguantar, hasta que casi tengamos edad para ir a votar.
En la campaña electoral los señores de los carteles salen mucho por la tele, y siempre nos cuentan cuentos chinos (y tanto Laura como yo, de eso, sabemos mucho). También se dicen cosas feas unos a otros y nunca nadie los castiga. Mamá dice que son como niños, dejando todo para el último día antes del examen, prometiendo cosas que no van a cumplir y tirándose piedras unos a otros. Pero no, nosotros somos más inteligentes y aunque nos peleamos, hacemos las paces antes de irnos para casa, como debe ser.
Después de la campaña, llega el día de la reflexión, y es cuando mamá se encierra en el baño a pensar, quizás el color BLANCO del papel higiénico le sirva de inspiración para este año, ¡quién sabe!
Si fuera yo quien votara, les mediría la nariz a todos y mi voto sería para el que la tuviera más pequeña.
Y ya para terminar, una sugerencia para estos señores llamados políticos, la próxima vez no pongan su cara en todas las farolas de mi barrio, prefiero una foto de sus zapatos. Ya sabemos el dicho, no?: “se pilla antes a un mentiroso que a un cojo” y la mentira se les nota tanto, ¡tanto!….
4 comentarios:
Odio la política... Y ya me gustaría a mi saber quien es el guapo de esos políticos que han empapelado las calles que va a recoger los carteles, que se pudrirán y quedarán colgando dando un ejemplo lamentable.
La política tampoco es lo mío...todo hay que decirlo. Y en cuanto a los carteles quizás tendrían que pensar en poner un día de DESPEGADA al igual que hay el de PEGADA, digo yo...
Me gusta como piensa Adri.. seguro q nos iria a todos mucho mejor...
Hola Adri. ¡Sería ideal hacer llegar tu mensaje a todos los políticos profesionales!
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