Puntada a puntada empleo mi tiempo. Los lunes cambio teclas por aguja y van saliendo señoritas, con las piernas muy largas, con faldas muy cortas, con la boquita cerrada y medio soñando medio durmiendo...
Primero su pelo, atado en su cola de caballo o melena al viento, luego su cara, perfilada, y después su vestido y accesorios. No falta nada o casi nada. Hasta zapatos llevan. Algunas llevan pendientes, otras colgantes, pero todas muy coquetas y muy puestas.
A éstas les puse un palo de helado desde la cabeza hasta donde la espalda pierde su nombre. Para hacerlas duras y no blandengues.. para blandengue ya llego yo, la modista costurera.
Y mira que horas son, horas de acostarse. Felices sueños, con o sin ellas.