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domingo, 29 de noviembre de 2009

Un día más en el hospital


Amaneció el día muy gris, el cielo cubierto de nubes negras. No tardó en caer una buena tromba de agua. De todas las chimeneas de las casitas que rodean al hospital sale humo, señal de una buena lumbre en el interior. Fuera debe hacer mucho frío. Aún estuve un ratito más en la cama.

Hoy me levanté lo más tarde que pude, justo cuando trajeron el desayuno. Desde el miércoles no había dormido tan bien, el cansancio de varias noches sin casi dormir pudo más que la incomodidad de la cama de este hospital.

Para desayunar lo mismo de siempre: una naranja, tazón de leche con café soluble y bollito de pan sin sal.

Luego la rutina: aseo, cambio de pijama y paseo por los pasillos. Al fondo, a la derecha me espera mi salita con vistas. Contemplo mi ciudad una vez más y pienso en cada una de esas personas que me han llamado y se han preocupado tanto por mí estos días. Que sepáis que me ha hecho mucha ilusión, que no me lo esperaba y ha resultado ser el mejor de los regalos. Desde luego que así, no hay enfermedad que se resista. Porque los buenos amigos curan mejor que la mejor de las medicinas, y vosotros, mis queridos amigos, habéis sido eso y mucho más. Gracias.

No tardé mucho en volver para mi habitación, hoy allí hacía mucho frío. No me quiero imaginar el que haría fuera…

Como desde mi habitación tengo las mismas vistas aunque no la misma tranquilidad, pues volví, “no vaya a ser que me ponga mala”, me dije. Y ya es mala suerte enfermar en un hospital, no? Y yo la verdad, es que estoy como un rosa. El susto ya pasó, mañana me hacen las pruebas y veréis que no es nada.

En esta tarde de domingo recibí muchas visitas familiares, Adrián vino a verme para decirme que para el año lo meta en el comedor del colegio que aunque dan arroz con conejo lo prefiere a aguantar a su abuela. Supongo que a estas horas ya se le habrá pasado el cabreo…o eso espero.

Hablé con Laurita por teléfono y me dijo el “quierovertemami” más bonito que os podáis imaginar. Pues claro que sí, que yo también la quiero ver a ella y achucharla un poquito. Será pronto.

Ahora ya es de noche, el parking está vacío, sólo se oye el ruido de la mascarilla de oxígeno de mi compañera de habitación. Pobre mujer, en un principio pensé que era un poco “roncha” pero la verdad es que me dio un poquito de pena y le echo una mano en lo que puedo: le coloco la manta, le alcanzo los pañuelos, le acerco la comida, le pongo las zapatillas... Total, ¿qué otra cosa puedo hacer aquí? Yo estoy bien y no puedo evitarlo.

La ciudad, a estas horas, está llena de luces.

Me pregunto cuál será la tuya, ¡sí!, la tuya Titajú, la de Vane, la de Fati, la de Nuria, la de Rozío, la de Mónica, la de esos amigos que he reencontrado estos días y hacía 30 años que no veo y que también se han preocupado por mi, la de otros tantos que no conozco personalmente pero sí con el corazón y con el alma como son Marieta, Inés y Pili (que aunque está lejos y no sabe dónde estoy, lo hará seguro) y por supuesto, la de todos los amigos de siempre, que voy a dejar en el “anonimato”, que aunque me leen nunca comentan, pero saben estar ahí siempre.

Me pregunto cual será la vuestra porque quiero desearos “Buenas noches, felices sueños y gracias por estar ahí. Sois de lo mejor.”

Por último deciros que tenéis Virtu para rato, no os preocupéis. Que os quiero un montón.

Y sí, mañana es lunes, día 30, ocho meses van, desde que te fuiste. Pero vamos a seguir luchando con fuerza, siempre hacia delante. Lo que nunca nunca haremos, nuestro pequeño duende, es olvidarte. Regálales a todos, felices sueños, es lo único que te pido. Un besito de duende.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Pornografía infantil NO


¡¡Chst chst!! Sí, tú, ¿qué diablos se te ha perdido por estos lares? No eres bienvenido…


No pongas cara de no haber roto nunca un plato, porque con tu carita de angel no engañas a nadie.

Todos sabemos lo que tú eres: una cobarde y depravada alimaña. Porque arrancas de cuajo la inocencia, la esperanza de futuro, ahogas las mejores sonrisas en un asqueroso saco, apagas las más bellas miradas, callas las más tiernas palabras, conviertes los dulces sueños en horribles pesadillas… no sigo.

¿Por qué te haces llamar “boylover” o “girllover”? ¿sabes idiomas?¿A quién pretendes engañar?

Ahora ya no podrás salir de tu sucia y oscura madriguera. Te hemos declarado la guerra y hemos levantado este muro invisible para nosotros. No te atrevas a cruzarlo, avisado quedas.

martes, 17 de noviembre de 2009

En obras

Después de varios meses de espera, por fin nos ha tocado. Nos declaramos en obras.

Objetivo: los dos baños. Aviso: a mi me va dar el jamacuco, que lo sepáis...


Hemos estado todo el fin de semana embalando y poniendo todo a buen recaudo del polvo que se va generar. La casa está desangelada, no hay nada colgado en las paredes del pasillo, todo plastificado y requete-plastificado... que para eso, el que tengo a mi vera roncando, se ha comprado 100 metros cuadrados de plástico.... Sí, lo suficiente para plastificar parte de la fachada del edificio.

Luego dicen que las mujeres somos exageradas... no sé si tendría la intención de plastificarme a mi también, creo que sí. Palabras suyas: “más vale que sobre que no que falte”. Aquí han sobrado 90 metros, aproximadamente.

Cuando me dispuse a cortar el plástico, tijeras en mano, me vinieron unas ideas horribles de cortarle no sé que otra cosa... ¿¿Os podéis hacer una idea de lo imanejable que puede llegar a ser un plástico de 10 por 10 metros?? Instintos asesinos.

Los niños están encantados: “mami, que guay, cómo mola, ¿podemos dejar la casa así?” A ver si nos estamos matando por darles lo mejor y resulta que lo que les mola es vivir en una especie de chabola... Lo digo, porque todo está amontonado en el salón, tenemos cortinas de plástico como puertas, suelo de plástico negro con cartones, baño sin armarios, ningún objeto decorativo, el teléfono en el suelo, las puertas del armario empotrado precintadas con cinta de carrocero.. Esto es un caos.

¿Aguantaré así un mes? (Quizás más.... quedaron de venir hoy y me han llamado que empiezan mañana)

¿Un cafetito, chocolate, té en mi chabola? En breve encenderé una lumbre en mitad del pasillo, ya lo veréis...

(Por cierto, ahora que nadie nos oye, os contaré un secreto: en el pasillo, detrás de la columna, aún queda una cosa...el cuadro de ganchillo que mi suegra me regaló por mi boda, ¡uy, vaya olvido!)

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Voodoo o no voodoo



Antes de ayer ha vuelto mi compañero de trabajo de su viaje, durante un mes, por Estados Unidos, concretamente por la Costa Este. Y teniendo en cuenta que sólo somos dos féminas en el departamento, ha tenido el detalle de traernos un souvenir (feo, no?)


Y fue en Nueva Orleans, cuna del voodoo, donde nos ha comprado un muñequito, como el de la foto, para cada una. Trae dos alfileres, uno blanco y otro negro. Me imagino que ya supondréis cual es para el bien y cual es para el mal. Exaaaacto.


Aunque ya tenía en mente con quien iba a utilizar el negro, pues me estrené con el blanco.


Hace un mes le descubrimos un pequeño bulto a Laura en la ingle y ayer tenía cita para hacerse una ecografía y salir de dudas. Así que a pesar de ser bastante escéptica, estrené el muñeco recién llegado alén de los mares. Un “PORISACASO NOFUERASER”…


Después de estar un mes haciendo conjeturas, de lo qué tendría Laura, nervios y demás… ayer por fin se fueron los miedos: la cosa es seria pero no grave. Tiene un ganglio inflamado, supuestamente debido a un arañazo de un gato. Laura se pasó todo el verano en la aldea, donde tenemos tres gatos y algún que otro arañazo se trajo de recuerdo.


Sí, ya lo dije en un post anterior, que los gatos iban acabar conmigo. Ahora sólo falta ir a la pediatra y que valore darle antibiótico o no.


Así que ya sabéis cuidadín con los gatos y a hacerme mucho la pelota... (el alfiler negro aún sigue sin estrenarse, je je )


martes, 3 de noviembre de 2009

¡Mala chispa te coma!

Supongo que habréis escuchado alguna vez esta expresión. Cada vez que voy a casa de mi tía Carmen en Friol, la escucho 20 veces en una hora.

A mi tía Carmen le tengo un cariño especial, fue ella la que me regaló mi primer par de botas de goma, de un reluciente color rojo. Otro día os cuento más sobre ella, porque por ese par de botas, bien se merece un post entero.

Hoy os voy a hablar de chispas. ¿Nunca os ha pasado que de vuestros dedos salen chispas? ¿No vais soltando chispazos a diestro y siniestro? Pues a mi me pasa, y con tanta frecuencia que a veces me asusta. Y a veces no sólo hay chispa, también se escucha el latigazo. Dicen que soy como las pilas Duracell, con carga para rato.

Muchos dicen que todo se debe a la electricidad estática pero no, yo creo que la culpa la tiene la "radioactividad esa", y si no vean este vídeo...